Capítulo 19

Era casi al mediodía cuando Martha entró a la habitación de Clark con un tazón de sopa. Al llegar, vio a su hijo abrazado a Lois y volvió para la cocina. “Jonathan, ven, parece que Clark ya ha encontrado a la mujer que quería” dijo Martha ilusionada. Al volver al cuarto de Clark vieron cómo ellos se besaban dulcemente y juntaban sus frentes. “Dejémoslos ahora, después le traes la sopa” dijo Jonathan a Martha.

“¿Cómo estás?” preguntó Lois dulcemente. “Nunca había estado mejor en toda mi vida” contestó él. Ella le acarició la mejilla mientras él cerraba los ojos y sonreía. “Clark, perdóname” dijo ella. “¿Por qué?” contestó él abriendo los ojos extrañado. “Por todo lo que te he hecho desde que llegaste a Metrópolis” respondió Lois. “Defendías lo que era tuyo, lo que habías trabajado, eso fue una de las cosas por las que me enamoré de ti desde el primer día” dijo Clark besándole la mano tiernamente. “¿Desde el primer día?” preguntó ella sorprendida. “Desde que te vi por primera vez cuando fui para la entrevista, desde que sabía cómo eras. No pienso permitir que te hagan daño, te defenderé siempre” dijo él muy suave. “Oh, Clark, no quiero sufrir, y no quiero que te hagan daño” dijo ella abrazándolo. “Lois, te quiero tanto” dijo Clark besándole el cuello lentamente, ella suspiró y sonrió, invitando a Clark a seguir besándola guiándolo por sus hombros, y él siguió su camino de besos hasta llegar a la boca de ella que le esperaba impaciente. Ninguno de los dos había experimentado esta sensación tan placentera con solo a través de unos besos. Sus respiraciones eran entrecortadas, los suspiros eran constantes mientras que sus bocas se movían en todas las direcciones para no dejar sin besar ni un rincón. Las manos de Lois recorrían el pecho de Clark subiendo hasta su cara y su pelo, mientras que él rozaba sus dedos por la espalda de ella. Cuando ellos despegaron los labios se miraron a los ojos con pasión, Lois miró otra vez para los labios de Clark y trasladó sus manos a la nuca de él para atraerlo hacia ella y volverlo a besar locamente. “No pares Clark, bésame, te necesito” pedía ella entre besos. “Esto es un sueño, te amo Lois, pídeme lo que quieras” dijo Clark aumentando la velocidad de los besos. “Me das todo lo que necesito, sigue besándome” respondió Lois, abriendo más su boca. La lengua de Clark se introdujo en la boca de ella causando que Lois gimiera y se intensificaran esos besos. Al final fueron reduciendo la velocidad para besarse de manera lenta y saboreando y lamiendo los labios del otro, “Debería irme al Planet” dijo ella acariciando los labios de Clark. “No te vayas, quédate aquí conmigo, por favor” pidió él. “Quiero saber quiénes son los que casi te apartan de mi vida, quiero verlos en la cárcel” dijo ella nerviosa. “Tranquila, ya lo solucionaremos cuando me recupere totalmente” respondió Clark acariciando la mejilla de Lois. En ese momento, Martha entró con la sopa. “Hijo tómate esta sopa, te sentará bien” dijo Martha. “Gracias mamá” contestó él. “Ya se lo doy yo, hay que cuidar del enfermo” dijo Lois sonriendo a Clark. Martha sonrió al ver cómo se miraban los dos y salió del cuarto.

Después de comer, Clark vio que Lois estaba cansada. “Vete a casa a descansar” dijo Clark besándole la mejilla. “No, no pienso dejarte solo ni un momento” contestó ella. “Entonces ven, acuéstate aquí que necesitas dormir” dijo él haciendo un hueco en su cama. Lois se tumbó y sonrió “Dime que estaremos así muchas veces” dijo ella. “El resto de mi vida contigo” contestó Clark acercándose a ella y le dio un beso. “Clark” “¿Qué pasa mi vida?” preguntó él. “Te amo mi amor” respondió ella cerrando los ojos y abrazándose a él. “Yo también te amo cariño, duerme bien” dijo Clark durmiéndose también.