Capítulo 3

Lois llegó a su casa por la noche, enfadada pensaba cómo había podido dejar escapar esa exclusiva, y lo que era peor cómo lo había conseguido un novato recién llegado a la ciudad. Lois Lane era una mujer extrovertida, entregada a su trabajo y con una coraza como escudo para proteger su corazón. Había trabajado mucho para llegar a donde estaba ahora, tuvo que superar muchos obstáculos de todo tipo incluidos los hombres con los que no tenía mucha suerte. De cara a la gente tenía un carácter fuerte, duro, dispuesta a todo por conseguir lo que se propone. Sin embargo, por dentro era una mujer que lo único que quería era conocer a un hombre extraordinario, un hombre verdadero que la amara, romántico como ella, que la refugiara entre sus brazos, y sobretodo, que no la abandonara como hizo su padre por el trabajo y como hicieron muchos otros hombres después de conseguir acostarse con ella. Su belleza cautivaba a los hombres, pero ella no se dejaba engatusar fácilmente, había sufrido mucho y no estaba dispuesta a llorar otra vez. Lois no iba a permitir que un chico que acaba de empezar le arrebatara todo por lo que había trabajado. “¿Quién se ha creído que es ese tipo? Todos son iguales, bueno todos excepto…” ella se detuvo pensando en ese nuevo individuo que había llegado para captar toda su atención. Ese hombre que había apagado las llamas de un edificio él solo y después se había ido volando. “¿Quién era él? ¡Un hombre muy guapo y atractivo, eso seguro!” Lois cogió el periódico y leyó el artículo de su rival donde detallaba una supuesta entrevista con aquel hombre fantástico. “Superman” El artículo hablaba sobre lo sucedido en el edificio y cómo Superman apagó el fuego y sacó a las personas de allí. Pero nada sobre de dónde era, cómo había conseguido esos superpoderes, nada sobre él excepto que se hacía llamar Superman. “¿Qué clase de periodista es ese Kent? Yo soy la que debería hacer esa entrevista” Soñando que volaba entre los brazos de Superman se durmió aquella noche, preparando la guerra que la iba a enfrentar contra Clark Kent.

A la mañana siguiente, Perry informó que la venta del Daily Planet había subido como la espuma gracias al artículo de Clark donde informaba sobre el incendio y lo sucedido con Superman. Aunque Lois no estaba dispuesta a callarse una crítica. “La ciudad quiere saber quién es él, tuviste supuestamente la oportunidad y la dejaste ir” dijo seria Lois. “La ciudad quiere saber sobre todo lo que pasa, no se le puede informar de todo a la vez, entonces ¿de qué se habla mañana y pasado y el resto de días?” se defendió Clark. “Quizás mañana, o pasado y el resto de días a la gente ya no le interese saber sobre él, ya que se ha sabido todo por otra fuente que no sea el Daily Planet” volvió a atacar Lois. “Pues yo te aseguro que no se sabrá nada sobre Superman a no ser que él pronuncie una palabra” dijo sin duda Clark. “Ah, claro y esas palabras te las va a pronunciar a ti nada más ¿verdad?” dijo Lois sarcástica. “Se lo dirá a quien le tenga confianza, a quien no malinterprete sus palabras, al que no quiera hacerle daño” dijo tranquilamente Kent. “¿Quién iba a querer hacerle daño? ¿Quién puede hacerle daño?” decía deprisa Lois. “El daño se puede hacer de muchas formas, se puede dañar con las intenciones, con las palabras, y no solo a lo físico” dijo Clark mirándola fijamente. Lois se quedó estática mirando a Clark. “¿Tú crees que yo le haría daño?” dijo Lois ya calmada. Clark se quedó callado y sonrió. “No, claro que no. Pero él es quien decide qué va a decir y a quién” va a salir por el ascensor. “No te creas grande aquí, eres un novato que está solo en la ciudad. Yo conseguiré esa exclusiva de Superman” Lois salió del ascensor. “Gracias por recordarme que estoy solo” dijo Clark en voz baja mientras veía cómo Lois se alejaba a la calle.