Capítulo 11

Era lunes por la mañana y Lois entró en la redacción, fue a hacerse un café y cogió el periódico. En primera página estaba la exclusiva de Clark en Washington, ella se sentó en su mesa y empezó a leerlo detenidamente. Era un trabajo realmente bueno, Clark detallaba todo lo ocurrido allí, y la entrevista era genial. “No seas muy dura con las críticas por favor” pidió Clark acercándose a ella. Lois no se lo esperaba y miró para arriba rápido. “Hola, yo solo le estaba echando un vistazo” dijo nerviosa ella. “Y…” esperó él. “Y bueno, todo es mejorable Kent, yo lo habría hecho distinto claro está, pero ya no hay vuelta atrás” dijo ella intentando parecer segura. “O sea que ha sido una basura lo que he hecho, bueno gracias por tu opinión” él volvió a la mesa desilusionado tirando el periódico a la mesa y se sentó a pensar. “Creí que le iba a gustar mi artículo, cuando ella lo dice es por algo” se decía él mismo. Lois lo miraba desde su mesa, él tenía una mirada triste, ella sabía que era un trabajo perfecto pero no podía reconocerlo.

Había pasado media mañana y Clark no había levantado la cabeza de su mesa, estaba absorto en el trabajo, silencioso y pensativo. Leía una y otra vez su artículo para ver dónde estaban los fallos. Las puertas del ascensor se abrieron y Lois vio a una pareja que preguntaba algo a Jimmy y él señalaba a Clark. Ellos se acercaron a Clark que cuando vio a sus padres se levantó. “Papá, mamá” abrazó muy fuerte a los dos. “Hola hijo” dijo su padre. “¿Qué hacéis aquí?” preguntó Clark. Lois se fijó en que todavía no habían roto el abrazo. “Bueno, hemos venido a ver a nuestro hijo que hace dos semanas que no lo vemos” dijo Martha. Clark le sonrió y la abrazó más fuerte, se puso en medio de sus padres con la cabeza apoyada en la de su madre y con los ojos cerrados. “Os he echado de menos” dijo Clark dulcemente. “Oh, cariño y nosotros a ti, ¿estás bien, te falta algo?” le decía su madre mientras le acariciaba la cara. “Estoy bien mamá, solo necesitaba veros, ¿por qué no me habéis llamado y os hubiera recogido?” preguntó él. “Sabíamos que estabas trabajando y no quisimos molestarte” dijo Jonathan. “¿Y las maletas?” dijo Clark. “Están abajo, además solo venimos un par de días” contestó su padre. “Bueno ahora mismo os llevo a casa” dijo él recogiendo su chaqueta. “No hace falta Clark, nos vamos en taxi” dijo Martha. “Clark he conseguido lo que me pediste” dijo Jimmy acercándose. “Aquí tienes toda la información: nombres, dirección, todo” añadió Jimmy. “Muchas gracias Jimmy” se dirigió a sus padres “Os quedáis aquí hasta que llegue, tengo un asunto que resolver. Ah y de paso me llevo las maletas a casa” les dio un beso a cada uno. “Ten cuidado cariño” pidió su madre.

Lois había estado observando y oyendo todo, Clark era muy cariñoso con sus padres. Pero lo que más le asustaba es que nada más traerle Jimmy la información sobre esos tres hombres que les asaltaron él se fue diciendo lo del asunto a resolver. Tenía miedo de que fuera a por ellos y no pudiera esta vez ganarles, no quería que su pesadilla se hiciera realidad. Vio cómo los padres de Clark estaban sin saber qué hacer así que se acercó a ellos. “Hola, ¿son el señor y la señora Kent?” preguntó tímidamente ella. “Exacto señorita, usted es…” dijo Jonathan. “Lois, Lois Lane” dijo ella sonriendo. “Oh, vaya, tú eres Lois” dijo Martha sorprendida y emocionada. “Yo soy Jonathan y ella es Martha” “Un placer conocerles” dijo Lois. “Para nosotros sí que es un placer conocerte, mi hijo nos ha hablado mucho de ti” dijo Martha. Lois puso cara de asombro ¿qué les podía haber dicho Clark de ella si apenas se hablaban? “Oh, ¿de verdad?” dijo ella sorprendida. “Por supuesto, nos ha dicho que eres la estrella del Daily Planet” comenzó él. “Y la mejor reportera de la ciudad, además de ser muy guapa” terminó Martha sonriendo. Lois se quedó sin palabras ante lo que había oído. “Clark es muy exagerado, él también es muy buen reportero” dijo Lois sonriendo, había cambiado totalmente de actitud. “Es muy trabajador, estamos orgullosos de tenerlo como hijo, aunque no sea biológicamente nuestro” dijo Jonathan. “¿Cómo? ¿Lo adoptasteis? Venid sentémonos” Lois dijo y se sentaron en el sofá. “Sí, no sabemos por qué, pero sus padres lo abandonaron cuando apenas tenía tres meses y nosotros como no podíamos tener hijos, Clark fue un regalo cuando lo encontramos” dijo Martha contenta. “¿Y él lo sabe?” preguntó suave Lois. “Sí, desde pequeño se lo dijimos” dijo él. “¿Y cómo se lo tomó?” dijo otra vez Lois. “Clark ha sido desde siempre bueno, comprensivo, bondadoso, dulce, cariñoso y muy sensible. Le hubiera gustado conocer a sus padres, y dice que tendrían motivos para dejarle así que no les guarda rencor, y a nosotros nos quiere con locura, somos la única familia que tiene, si no nos tuviera él estaría solo” dijo Martha emocionada. “¿Por qué no se vienen a Metrópolis? Así podrían estar con él” preguntó Lois. “No podemos dejar la granja, la cosecha se perdería y es lo que nos da de comer” contestó Jonathan.

Pasaron un rato hablando sobre Clark cuando él apareció de nuevo. “Ya he vuelto” dijo Clark. Lois se levantó y preguntó “¿Estás bien?” Clark se extrañó, “Sí, ¿ha pasado algo?” contestó. “Vi que Jimmy te dio la información de los tres tipos que nos asaltaron la otra noche y que tú te ibas y tenía miedo que fueras a por ellos” dijo ella bajando la cabeza. “Bueno en realidad sí, pero no te preocupes, no molestarán más” dijo tocándole el hombro, después se dirigió a sus padres. “¿Os habéis aburrido?” les preguntó. “En absoluto, hemos estado hablando todo el tiempo con Lois” dijo su madre señalándola ya que estaba en su mesa. “¿En serio?” preguntó extrañado Clark. “Claro, es una mujer muy simpática y muy dulce” dijo Martha. “Vaya, pues será con vosotros” dijo él en voz baja. “¿Qué has dicho?” preguntó su padre. “Nada, solo que ¿nos vamos ya?” contestó Clark. “Sí claro, vamos. Lois, ha sido un placer hablar contigo, hasta otra” dijo Martha. “Adiós señores Kent, adiós Clark” dijo Lois sonriendo. “Hasta mañana Lois, que descanses” dijo Clark sonriéndole.